
Casos de éxito emprendedor: Erik Brieva
Entrevistamos a Erik Brieva, CEO de Strands
Desde Bcombinator seguimos con el ciclo de entrevistas a emprendedores de éxito que han vendido sus empresas. Aquí nos cuentan sus anécdotas y experiencias que podrían ayudar e inspirar a nuevos emprendedores a crecer.
En esta segunda sesión, tuvimos el agrado de contar con Erik Brieva, CEO de Strands (recientemente adquirida por CRIF) y también Presidente de Bcombinator.
En esta entrevista, realizada por Luis I. Cortes ejecutivo en Red Hat, socio de Bcombinator, business angel y advisor, Brieva nos cuenta la historia de Strands, cómo fue embarcarse en una empresa en crisis, cómo pivotar, cómo ponerla en crecimiento. Además, la importancia del equipo, el proceso de venta y sus obstáculos, y su actual relación con CRIF.
Strands fue una empresa fundada en 2004, por un grupo de expertos en Inteligencia Artificial, con Erik Brieva como co-fundador. En ese momento, Brieva estaba al frente de Polymita Technologies, compañía a la que se dedicó al 100% hasta ser adquirida por Red Hat.
Inicios
Strands inicialmente se dedicaba a diseñar aplicaciones para disrumpir en el mercado de la música mediante algoritmos de inteligencia artificial. Era una mezcla entre Spotify, Shazam y Apple Genius. “Sobre esa premisa, la empresa fue capaz de levantar 55 millones de euros de inversión”. Esa es una de las genialidades que Brieva destaca del primer CEO fundador de la empresa.
“En este sentido Strands fue un ejemplo, la empresa fue capaz de levantar esa inversión para poner en el proyecto, pero unos años después fracasó por la mala gestión del dinero que se evaporó en 3 años”, cuenta Brieva. El producto era pionero pero muy anticipado al mercado. En el año 2004, cuando se fundó la empresa, todavía no existían los smartphones.
A partir de ese momento la compañía empezó a pivotar, buscando un nuevo Product-Market Fit. Intentó encontrar algo con el poco dinero que les quedaba. Finalmente encontró un nicho en el mundo de la banca aplicando el aprendizaje de la inteligencia artificial.
Pivoting
“Cuando uno mira las cosas desde un punto de vista de negocios y entiende de tecnología, puedes comprender que una misma tecnología puede servir para varios mercados. Esa es la magia”, resalta.
“Son algoritmos de recomendación, da igual si es una secuencia musical, de un bien de consumo o de un producto financiero”, explica Brieva. Esto fue lo que supo apreciar Strands.
Edward Chang, predecesor de Erik como CEO, fue capaz de vender las patentes de la tecnología musical a Apple y generó un ingreso importante que le ayudó a pivotar de música a fintech.
Eso fue lo que los inversores le dijeron al equipo: “si esta tecnología ha sido útil para Apple y los ingenieros que están detrás fueron capaces de crearla, seguramente se podrá desarrollar un buen producto para otro mercado”.
Tomar las riendas de una empresa
En 2014, cuando los inversores llamaron a Erik, la empresa se había transformado pero estaba al borde de la quiebra. Estaba perdiendo 3 millones de euros anuales. “En el ejercicio en curso de ese año, podía terminar de agotar la caja que había en la compañía”, declara. El escenario era negro. Los inversores buscaban en Erik una última salvación antes de tirar la toalla.
Cuando Erik toma las riendas de Strands, los inversores estaban muy cansados y desesperados. Brieva estudió las opciones que tenía la empresa y le dijo a los inversores: “se puede hacer algo importante con Strands, se puede poner en valor innovando y se puede llegar a vender su producto en todo el mundo”. Ese fue el encargo: arreglar la empresa, hacerla crecer, ponerle un lazo y venderla.
“A mí me pareció apasionante el proyecto”, comenta Erik. Creía que con algunos movimientos no muy complicados podría poner a la empresa en la senda del crecimiento. “Strands tenía una oficina en Silicon Valley y una oficina en Barcelona. Yo me uní, fui a San Francisco y ahí comprendí que no teníamos que estar en Silicon Valley”, admite Brieva.
Esa sede se comía el 60% de los gastos de la compañía, por lo cual, una de sus primera decisiones fue cerrar esas oficinas. “Decidí reemprender el camino en Barcelona con los pocos ingenieros que había que, en definitiva, era donde estaba el conocimiento”.
Al ver el producto, las referencias que tenía, la estructura de costes de la empresa, Erik hizo una composición: “Cierro San Francisco, me atrinchero en Barcelona con este equipo de 15 personas, pongo marketing, yo creo que el producto es bueno. Hay luchas internas entre San Francisco y Barcelona. El equipo de San Francisco es súper caro, hago unos cuantos despidos selectivos y pongo otra vez un equipo motivado. Esta fue la razón por la cual acepté meterme en este barco”, admite.
Cuándo comienza a ser rentable la compañía
Con todos los cambios que Erik Brieva planteó, para el fin de año de 2014 la caja se puso en cashflow positivo, ganando 500 mil euros. En pocas palabras, después de haber perdido unos 60 millones en los últimos diez años, ganar 500 mil estaba muy bien. “Eso ya fue la primavera para la empresa”, expresó Brieva.
Ese mismo año, la compañía comenzó a hacer mucho ruido en marketing, ganando más clientes, los competidores empezaron a sentir amenazas. Los potenciales clientes comenzaron a interesarse en Strands, qué tenía para ofrecer y las empresas multinacionales a preguntarse qué había ahí.
A finales de 2014, potenciales compradores empezaron a sentir atracción por la empresa, pero el equipo directivo junto a Erik decidieron hacerla crecer, como finalmente se hizo y llevarla hasta los 12 millones de facturación con casi 5 de beneficio.
El proceso de venta
A mitad de 2019, la junta directiva decidió poner en marcha un proceso de venta, sabiendo que iba a ser un año muy bueno. Ahí es cuando varias multinacionales se interesan y entran en puja por hacerse con la empresa.
Con CRIF, multinacional italiana, Strands ya tenía una relación comercial, por lo cual se conocían más. “Desde el primer momento que CRIF mostró interés, supe que sería ideal que fuera ellos. Por una razón más humana y desde el punto de vista del negocio tenía mucho sentido”.
¿Por qué CRIF?
“Con CRIF había un componente humano muy importante y es que la interacción con su equipo daba gusto, son gente muy amable y cercana”, admite Brieva. Y agrega: “Cuando uno vende una empresa, no sólo tiene que pensar en el retorno puntual que va a percibir sino en manos de quién vas a dejar la empresa, con quién vas a dejar al equipo, que ese equipo esté en un entorno adecuado. Que pueda continuar con el proyecto de forma creativa, innovando y llevarlo al siguiente nivel de valor. CRIF ofrecía eso, tanto por el modelo de negocio, el fit de nuestro producto, como también desde el punto de vista humano. Yo lo vi muy claro. CRIF era la mejor opción”.
Obstáculos en el proceso
Cuando interrogado sobre obstáculos que hubo que sortear en el camino Erik Brieva admite que sin dudas uno de los fundadores de Strands y ex-empleado fue un problema durante todo el tiempo. Él había salido muy mal de la compañía como empleado, pero seguía siendo accionista. “Fue muy difícil de gestionar”, dice. “Lo sufrió el anterior CEO (Edward Chang) y lo sufrí yo”. Y admite que también fue un obstáculo en todo el proceso de venta.
Afortunadamente lograron gestionar esa situación y finalmente pudieron cerrar la operación. “Es muy duro cuando tienes un accionista de la compañía con tal nivel de hostilidad”.
En consecuencia, Erik recomienda: “cuando hay un socio con un nivel de hostilidad tan grande, hay que sacarlo de la compañía. Cuando hay cientos de personas decentes con ganas de trabajar duro, con ilusiones, no se merecen que haya alguien que esté todo el tiempo boicoteando y haciendo gastar energía”.
Vender la empresa en plena pandemia
“Soy consciente y conozco muchos casos que se cayeron por la pandemia y del cierre de los países. Conozco varios ejemplos que perdieron en el proceso, pero hubo otros que siguieron adelante”, cuenta Brieva.
Y agrega: “Pienso que la vida es circunstancial, y si está todo alineado y hay encaje, voluntad y visión, no hay que dejar pasar una oportunidad que estratégicamente tiene tanto sentido”. “Si estaban todos los elementos, hubiese sido cobarde no hacerlo y en cambio se fue muy valiente haciéndolo”, concluyó.
El proceso de venta tardó aproximadamente 10 meses, hasta que finalmente el 1 de abril se logró firmar. Durante y pos fases de venta, España e Italia estaban completamente confinadas y cerradas. Ambos eran de los peores países de Europa relacionado al Covid-19. Todo había sido 100% online.
El día después de la venta
Strands y CRIF no pudieron verse las caras hasta finales de junio, cuando la empresa italiana vino a visitarlos a Barcelona. CRIF había tomado la decisión de que Strands siguiera operando como si nada hubiese pasado. “Ya habrá tiempo para hacer integraciones y planes”, dijeron desde Italia.
“Fueron muy inteligentes en tomar esa decisión. Seguimos trabajando como siempre, como si no se hubiese hecho la venta”, expresa Erik. Al día de hoy, ya han avanzado muchísimo y tienen muchas cosas integradas. “Nos hemos ganado la confianza todos estos meses, la empresa ha continuado desarrollando su roadmap de innovación, ha continuado atendiendo a nuestros clientes con el máximo nivel de exigencia”.
Y cuenta: “Es por eso que CRIF no piensa absorber a Strands definitivamente sino mantenerla como una empresa independiente dentro del grupo, incluso con poderes estratégicos de decisiones en muchos aspectos de digital banking, todo esto ha sido fruto de vernos trabajar aunque sea en remoto, hemos podido ganar su confianza. Seguimos gestionando la empresa para que sea cada vez mejor”.
El éxito del equipo
“Una de las cosas que a mi me ha encantado de CRIF, es cómo gestiona los recursos humanos. El planteamiento que tiene es personalizado, de carrera para cada miembro del equipo”, cuenta Erik.
“La mayoría de los miembros de nuestro equipo son ingenieros. Todos estos ingenieros están innovando. El mayor incentivo que puede tener el ingeniero, es seguir innovando y contar con las herramientas necesarias para seguir innovando y que el esfuerzo de su trabajo sea valorado y demostrado tanto por la empresa, como el reconocimiento del mercado”, explica.
“CRIF lo tiene muy claro y pone un énfasis muy fuerte en la gestión de los recursos humanos para que todos puedan desarrollarse y hacer carrera en la empresa”.
Si pudieras volver 6 años atrás…
“Cuando yo entré a la compañía había un equipo roto, se hizo una limpieza muy grande en ese sentido. Pero hice apuestas por gente que no tendría que haber hecho”.
Erik se describe como una persona que le gusta hablar con la gente, cuidarla y ayudarla en su proceso de crecimiento. Pero admite que hubo dos o tres personas que no merecían el esfuerzo que se hizo por ellas. “Pienso que fue mucho desgaste para todos poner tanta energía en esas personas. No sólo hay que saber pivotar el producto en el mercado, sino que hay que pivotar a las personas cuando no están alineadas y reman en dirección contraria a la inmensa mayoría”. Mirándolo con retrospectiva, “pienso que hubiese sido mejor limpiar por lo sano”, acepta.
Y agrega, "sin embargo, prefiero quedarme con lo mejor, que es lo que nos ha llevado al éxito, me refiero a la mayoría que siempre supo encontrar la motivación en cada paso, y a aquellos que fueron aceptando diversos roles porque supieron entender que las circunstancias son cambiantes y la dinámica requiere cambios"
¿Y ahora qué?
Hoy Erik se plantea un largo recorrido con CRIF y cree mucho en su trabajo. Y dice: “Me sigo viendo en este proyecto Strands/CRIF. En los próximos años haré todo lo posible para que Strands sea aún mejor y siga creciendo. Mi objetivo personal es darlo todo para que lo que obtengan sea mucho mejor de lo que compraron”, exclama Erik.
Además, tengo la suerte de que en paralelo, CRIF me permite poder continuar gestionando Bcombinator”. Erik Brieva hace algunos años fundó Bcombinator, un espacio de coworking que ayuda a emprendedores a crecer y llevar sus empresas a otro nivel, independientemente del estadío en que se encuentren. Este se encuentra en Poblenou, en el distrito 22@ a muy pocas calles de la playa Bogatell. “Afortunadamente en estos dos años tenemos casos de éxito grandiosos. Ayudamos a crecer a muchos emprendedores y sus startups, a nivel internacional”, finalizó.
Dónde ve la combinación de CRIF con Strands en 5 años
“CRIF es un líder mundial en gestión de datos e información financiera, y Strands es un líder mundial en desarrollar tecnologías para ayudar en la analítica de datos y usarla en beneficio de los usuarios. Entonces yo creo que la combinación es perfecta para transformar el futuro de la industria financiera, y servir mejor a los ciudadanos y a las empresas”.
Por Bianca Damiano